jueves, 22 de noviembre de 2007

Raro como encendido

Charly García es una de las figuras fundamentales de la música Argentina. Nació el 23 de octubre de 1951. Hijo de una rica familia porteña, su iniciación musical se dio a los 3 años cuando su madre le regaló un pianito de juguete. Con él Charly componía melodías coherentes y bellas. Al ver su talento, su madre lo anotó (con 4 años) en una escuela de enseñanza de música de su barrio, el conservatorio Thibaud Piazzini, de donde, a la edad de 12, egresó con el título de profesor de música.
Asistió al Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno, un colegio tradicional ubicado en el barrio Caballito. Desde los primeros años solía escapar de las clases, para ir a tocar el piano al salón de actos.
Formó y lideró bandas exitosas y reconocidas por sus composiciones como Sui Generis (1972-1975), Porsuigieco (1976), La Máquina de Hacer Pájaros (1976-1978), y Serú Girán (1978-1982. Serú Girán fue su mejor grupo, en el que reunía los mejores músicos de Argentina del momento: el guitarrista, multi instrumentista y cantante David Lebón, el bajista, tecladista y cantante Pedro Aznar y Oscar Moro, un histórico baterista que formó parte de Los Gatos -la primera banda de rock argentino.

Desde 1982 se extiende su etapa de solista en la que mantuvo la calidad en sus producciones e incorporó en sus discos a músicos argentinos de primer nivel como Fito Páez, Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu, Fabián Von Quintiero y Fernando Samalea.
Siempre fue una figura polémica y excéntrica, aunque esta se haya incrementado en los últimos años. Sus repentinos cambios de humor en medio de los recitales por los problemas con el sonido, sus frecuentes escándalos y sus frases grandilocuentes sobre sí mismo e hirientes hacia otras personalidades, lo convierten en una figura que reúne amores y odios. Fue internado tres veces en clínicas psiquiátricas y echado del ejército cuando cumplía con el servicio militar obligatorio por haber paseado un cadáver en silla de ruedas, lo que motivó una investigación psiquiátrica que lo determinó psicótico y paranoico con personalidad esquizoide.
También ha probado el vértigo de lanzarse desde una ventana del noveno piso de un hotel de Mendoza hacia una piscina, y cuando la prensa le cuestionó su acto dijo: “¡Sólo la vi, y me atreví! Hay que ir más allá, además yo no me voy a morir nunca y mi capricho es ley”. Más tarde referiría que se atrevió a tirarse después de muchos cálculos y debido a que estaba encerrado en la pieza, ya que afuera estaba la policía para interrogarlo debido a incidentes sucedidos la noche anterior en un pub de la misma ciudad.
Sin embargo preferimos recordarlo por sus genialidades más que por sus excesos. Por haber compuesto canciones inolvidables para los argentinos como “Historia de Alicia en el País”, “Nos Siguen Pegando Abajo”, “Los Dinosaurios”, “No bombardeen Buenos Aires” y muchas otras más.

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